En una nueva escalada de conflictividad en Puerto Rawson se agudiza la problemática con los buques que deben completar tareas de reparaciones en los astilleros. Después de casi dos meses de impedir que los barcos sean subidos a dique seco en alguno de los tres astilleros de la capital chubutense, ahora el SOMU se niega a que las embarcaciones realicen las pruebas de máquinas, ni se cumplimenten las certificaciones de seguridad de las embarcaciones.
El gremio sostiene que se mantienen con la medida de fuerza hacia las armadoras o empresas propietarias de barcos que no accedieron a pagar remuneraciones de producción con el kilo de langostino a 900 pesos.
Esas armadoras afirman que esa cuestión se debate en el ámbito de la Secretaría de Trabajo, pero que ello no implica que los marineros estén ‘a la orden’ para tareas cómo la operatoria de subir los buques a dique o bajarlos a realizar las pruebas respectivas tras las reparaciones.
Las empresas intimaron a los marineros que se niegan a prestar tareas, ya que esto se circunscribe a los enrolados en el SOMU, no así a capitanes, ni tampoco motoristas ni conductores navales. El SICONARA y Capitanes aclararon que no están de paro y no están impidiendo la operatoria de los buques.
Entre las primeras sanciones que comenzaron a aplicar fue el no pago de los francos, vacaciones y otros conceptos. Ante la negativa a presentarse a prestar tareas comenzarían con las comunicaciones de cesantías y hasta eventuales despidos. Las armadoras afectadas no descartaban interponer una denuncia penal contra el sindicato, al considerar que se está poniendo en riesgo la seguridad de las embarcaciones y las tripulaciones con esta acción.
Por su parte, el delegado del SOMU, Ramón Vera, dijo esta mañana en LU20 que “accedimos a que suban y bajen los barcos a los astilleros. Lo que no vamos a permitir es que salgan a probar los barcos, ni armar los barcos porque estamos en un cese de actividades hasta que no le paguen a la gente según el acta acuerdo que se firmó en octubre de 2023”.
