Tal como anticipó PARTE DE PESCA convocan a una prospección, pero presionaron a armadoras para que no nominen barcos. Desde la Secretaría de Pesca no había ninguna decisión política de avanzar en la apertura de la temporada, sino que el llamado a prospección fue una maniobra orquestada -dicen junto a la conducción de la flota amarilla- para desactivar las movilizaciones que habían anticipado el STIA y el SUPA a Rawson para el jueves, donde iban a pedir definiciones en torno al inicio de la zafra.
El gobierno de Mariano Arcioni no quería ningún tipo de manifestaciones o escenario de protesta en la capital de Chubut antes de las elecciones presidenciales de este domingo.
Así se montó la estrategia oficial de firmar la Resolución 526/23, por parte del Secretario de Pesca, Gabriel Aguilar, convocando desde lo formal a la prospección para el domingo 19 de noviembre, pero antes que se diera a conocer se presionó a las empresas agrupadas e independientes para que ninguna nomine buques.
Este viernes el plazo límite para ofrecer barcos interesados en participar del relevamiento era las 12 horas. Solamente dos embarcaciones fueron nominadas. El plan había funcionado. La prospección se daba por fracasada, y se había logrado desmovilizar a los sindicatos y llegar a la semana próxima sin gente reclamando en las calles de Rawson.
El domingo se elige presidente, el lunes es feriado y desde el Ejecutivo sostienen que se ‘cumplió’ en llamar a la prospección, tal como pidieron el STIA, SOMU, SICONARA y SUPA, y al ‘no haber interesados’ se cayó. En realidad, fue un ardid planificado que no hace otra cosa que echarle combustible a un conflicto que está, por ahora, contenido, pero podría alimentarse la semana próxima. Este Gobierno ya se va y le deja al entrante otro campo minado.
