Se dilata la definición en torno a la aplicación de Derechos de Exportación (DEX) para el complejo exportador pesquero que inicialmente se generalizó en 15 por ciento para casi todas las actividades productivas.
Tras el anuncio del primer paquete de medidas por parte del ministro de Economía, Luis Caputo, a comienzos de semana, se conoció la intención de incrementar fuertemente los porcentajes de retenciones a la pesca que iban de 1 a 9 por ciento, tabuladas en función del mayor proceso y de mayor valor agregado en porcentajes decrecientes.
La Libertad Avanza había dicho en campaña que de llegar al Gobierno habría ‘retenciones cero’, pero la primera medida anunciada implica una suba de los DEX a 15 por ciento, valores que nunca tuvieron los productos pesqueros.
Desde la Secretaría de Bioeconomía se convocó a la Mesa de Enlace del campo y al Consejo Agroindustrial Argentina (CAA), pudiendo la Intercámara de la Industria Pesquera Argentina exponer la situación del sector y el severo impacto que provoca ese nivel de retenciones, atentando contra la competitividad de la actividad. Allí desde el Gobierno se comprometieron a revisar los porcentajes a la pesca, aunque hasta el momento no hubo avances.
LANGOSTINO DE 1% A 9%
La pesca argentina, hasta ahora, tributa Derechos de Exportación (DEX) del 6% para el langostino entero Premium en cajas de 2 kilos; 5% en las colas en envases de 2 kilos y 9% los bloques mayores de 2 kilos para procesamiento en otros países.
Mientras que los productos con mayor elaboración, pelados y desvenados pagan 1% y 3% dependiendo de si los envases eran o no mayores a 1 kilo.

Es decir, a mayor valor añadido, menor carga impositiva. Un esquema que alienta la inversión para desarrollo de productos con mayor procesamiento en origen y el porcentaje más alto (9%) para los bloques de más de dos kilos que son los que se exportan para reprocesar en el exterior.
MERLUZA HUBBSI DE 0% A 5%
En el caso de los filetes de merluza, las retenciones van del 5% al 0% dependiendo del nivel de elaboración que tuvieran; un filet con piel en envase mayor a 3 kilos pagaba el máximo, mientras que sin piel y poca espina pagaba el 3% si el envase era superior a 1 kilo y no tenía retenciones si era inferior a ese peso.

Con este esquema de retenciones, inferiores al 5%, ya hacían muy fina la ecuación a las empresas dedicadas al procesamiento de merluza, por lo que imponerles 15% las coloca en una posición severamente desventajosa, pierden competitividad, y hasta quedarían con rentabilidad negativa.
PELIGROS Y CONSECUENCIAS
Ergo, de no modificase la pretensión del Gobierno nacional de aplicar esta generalizada suba de retenciones dejaría a parte del sector pesquero argentino en una situación límite.
Con derechos de exportación al 15% será más rentable exportar bloques de langostino para que se reprocesen en el exterior, castigando de esta forma severamente a quienes invierten en productos con valor agregado, y desalentando la generación de estos productos en Argentina. En tanto, las empresas dedicadas a procesar merluza estarán casi condenadas a la subsistencia.
El reclamo sectorial respecto a la propuesta del Ministerio de Economía será transmitido a los diferentes bloques que integran el Congreso, para que se tome dimensión del impacto que estas retenciones tienen en la industria que genera más de 46.000 puestos de trabajo directos, tiene más de 140 plantas procesadoras y frigoríficos autorizados a exportar a lo largo del país, más de 1000 buques pesqueros y reporta para Argentina divisas por 2.000 millones de dólares al año.