Con casi 80.000 toneladas de capturas desde que se inició la zafra en aguas de Chubut, como es de prever al promediar el mes de febrero, los niveles de captura ingresan en una etapa decreciente, tal como lo indica la experiencia de los últimos años. El dato auspicioso es que si bien se está pescando menor volumen, en este momento, las tallas obtenidas dan un predominio de L2, aunque las condiciones de mal tiempo han dispersado el recurso y los datos varían según la zona y el barco que opere, según consignan diversas fuentes a PARTE DE PESCA.
La temporada dio inicio el 3 de noviembre de 2024, empezó un mes antes que la anterior que había estado signada por niveles de conflictividad en el puerto de la capital chubutense, y en esta zafra se pudo observar una dinámica diferente en cuanto a las relaciones laborales en los diferentes eslabones de la cadena productiva, lo que ha permitido que hubiera continuidad en la actividad.
Las interrupciones en las operaciones han tenido que ver con las condiciones climáticas y a la parada biológica, en la segunda semana de enero, atento a que se reportaba presencia de langostino de talla chica L3 y L4, las que hoy tienen serias dificultades para ser comercializados.
EVOLUCIÓN DE CAPTURAS
La temporada arrancó el 3 de noviembre de 2024, y en ese primer mes de pesca se computaron desembarques de langostino, en Puerto Rawson, por 25.060 toneladas. La zafra empezó antes que el año anterior y en la zona norte, es decir, frente a Rawson y hacia el golfo Nuevo se hallaron grandes concentraciones con un marico de muy buenas tallas comerciales y calidad de la estructura del marisco.
En el segundo mes de operaciones, la flota amarilla y artesanal alcanzaron las 22.871 toneladas de langostino en diciembre de 2024, lo que representa una merma respecto a igual mes de 2023 cuando se contabilizaron descargas por 29.447 toneladas.
En tanto, el mes de enero de 2025, en el puerto de Rawson, se declararon desembarques por 27.483 toneladas. Pero en la temporada anterior, en enero de 2024 se habían bajado 30.135 toneladas del crustáceo. De todos modos, en la presente zafra en curso, el mes de enero parece haber sido el pico de mayores capturas; cabe reiterar que en este mes se produjo la parada biológica de una semana.
La información oficial de la Subsecretaría de Recursos Acuáticos y Pesca de la Nación contabiliza 2.336 toneladas hasta el 4 de febrero, lo que indica que desde que comenzó esta zafra se sumaron desembarques por 77.756 toneladas; esto permite inferir que al día de la fecha ya ronda las 80 mil toneladas.
CONCENTRACIONES DISPERSAS
Hoy, 13 de febrero, la flota está operando en diferentes lugares, con un grupo grande de barco hacia el sur de Rawson, otro grupo al norte, y también otros que realizan lances en el medio de esos grupos. Es decir, sigue habiendo langostino, está disperso, y con cierta lógica, febrero es un mes donde empieza a verificarse una curva decreciente de volúmenes. Este mes no podrá ser comparado con el mismo de 2024, porque en esa oportunidad casi toda la flota estuvo parada por conflictos.

Hubo varios días de mal tiempo, pero los diferentes capitanes consultados coinciden en que pescado hay, está disperso, y hay que salir a buscar las concentraciones. Las tallas dan un buen aliciente porque, si bien, hay menor volumen de toneladas en los rindes, sigue habiendo predominio de L2, y bastante más atrás en porcentajes L1, pero mientras se pesquen estos tamaños, las plantas pueden recibirlo.
Si estas condiciones se mantienen, la temporada seguirá durante todo febrero, y hay hasta quienes creen que el recurso aguantará hasta marzo, como en años anteriores, aunque por tratarse de recursos naturales dependen de variables inmanejables.
Antes del temporal de la semana pasada, los barcos estuvieron entrando completos, mientras que a posteriori, hubo buques que entraron con el 70% de bodega, pero otros con solo el 35% o 50% de bodega; con la dispersión del recurso se pone a prueba la expertis del capitán de elegir la zona y hallar la marca.