En función de la Emergencia Pesquera que por segundo año consecutivo rige en la provincia de Río Negro, la autoridad de aplicación dispuso en base a las capturas históricas de los últimos años, previos al colapso de la especie, un máximo del 75 por ciento, para permitir la recuperación de la misma.
La medida surge a través de la Resolución N° 1544/24 del Ministerio de Desarrollo Económico y Productivo, a la que accedió PARTE DE PESCA, por medio de la cual se aprobaron “las medidas tendientes a lograr la recuperación del recurso pesquero, las cuales entrarán en vigencia a partir de la sanción de la presente y su caducidad operará con el vencimiento de la Declaración de Emergencia Pesquera para el Golfo de San Matías”.
En este marco se estableció un cupo máximo de captura dentro de ese caladero provincial de tres mil toneladas de la especie merluza hubbsi, la cual se asignó a cuatro proyectos pesqueros privados y un remanente de reserva para uso de la administración pesquera.
SEGUNDO AÑO DE EMERGENCIA
Vale recordar que por Decreto N° 480 del 10 de Mayo de 2.023, se declaró por el término de un año, el Estado de Emergencia Pesquera en el Golfo San Matías, en virtud del análisis de los informes obtenidos en el marco de la “Campaña de Investigación Pesquera ReDe 2.022 (GSM-Río Negro), Monitoreo de Merluza y Especies Demersales” y las conclusiones de la Comisión Asesora de Pesca Marítima.
Posteriormente, en virtud del Informe Técnico Nº 8/2.024 “Composición de las Capturas y Estimaciones del Descarte en la Pesquería de Arrastre del Golfo San Matías- Años 2.017 a 2.023, se prorrogó por el término de un año la Emergencia Pesquera en el Golfo San Matías mediante Decreto N° 551/2.024.
TARDÍAS MEDIDAS DE MANEJO
A partir de este estado de situación, el Gobierno rionegrino, con bastante tiempo de tardanza, comienza a implementar medidas de manejo “que tengan como objetivo la reconstrucción del efectivo pesquero a través de una reducción efectiva y, en el corto plazo, de la mortalidad por pesca de merluza común (Merluccius Hubbsi)”.
Señala la medida que en virtud de la emergencia “los permisionarios con permiso de pesca a los cuales se autorice la captura de merluza común (Merluccius Hubbsi) y/o de langostino (Pleoticus Muelleri) en la Reserva Pesquera Provincial, podrán desembarcar en conjunto hasta un máximo del setenta y cinco por ciento (75%) del valor promedio de los desembarcos totales anuales de merluza común (Merluccius Hubbsi) declarados para los años 2021, 2022 y 2023 inclusive”.
De esta manera, se determinó que “el cupo para pesca de Merluza Común estará compuesto por 3.000 Toneladas las cuales se reasignaran a cada empresa respetando los porcentajes entregados inicialmente”.
DISMINUCIÓN DE LA CAPACIDAD DE PESCA
En tanto, el Ministerio de la Producción, de la cual depende la Subsecretaría de Pesca de Río Negro fijó nuevos parámetros para la flota industrial, acotando su capacidad de pesca.
A tal final, se estableció que “mientras se encuentre en vigencia la emergencia pesquera, se suspenderán todos los permisos vigentes”. “Se renovará solo 1 (uno) permiso de pesca por proyecto pesquero aprobado con establecimiento habilitado por SENASA y personal trabajando activamente en producción”.
Para esta renovación, se solicitará a las empresas la documentación correspondiente a la renovación anual según la resolución correspondiente y el cupo de Merluza que se podrá pescar es 3000 ton, a partir de la entrada en vigencia del Decreto N° 551/2024 por un año.
En esa reasignación de cupo, la distribución quedó de la siguiente manera: Cooperativa Unión Marítima Limitada (16,7%) lo que representa 501 toneladas; Pesquera Río Salado SA y CALME (41,1%) lo que representa 1.233 toneladas; RV Racing SA (20%) lo que representa 600 toneladas; Cooperativa de Trabajo 16 de Abril (16,7%) lo que representa 501 toneladas y la administración provincial se queda con 165 toneladas (5,5%).
Con todo, las medida de manejo llegaron, pero a todas luces, tardíamente, ya que la administración pesquera provincial consumió casi el segundo año consecutivo de la emergencia pesquera para definir acciones concretas para intentar una recuperación de las especies, a cuya situación límite desde lo biológico se llegó justamente por la ausencia de medidas adecuadas de administración de los recursos.