Rebelión en la granja. Un grupo de trabajadores de la industria de la alimentación de Puerto Madryn salieron a cuestionar con vehemencia, el accionar de la conducción que lidera el veterano dirigente cegetista, Luis Emilio Núñez, atornillado en la principal poltrona de la cúpula del STIA Chubut desde 1995.
Hace más de veinte días que la mayoría de las plantas de procesamiento están paralizadas a partir de un conflicto que disparó el STIA, con un paro encubierto, con retenciones de servicios y asambleas extendidas de más de tres horas.
Hace más de veinte días que obreros eventuales y trabajadores de temporada, y también los ‘fijos’, sienten el rigor de la billetera vacía. La paralización de la actividad empieza a hacer notar sus coletazos en el músculo más sensible que es el bolsillo.
A esto, se suma la escalada de violencia que ha caracterizado al gremio, y al grupo de tareas del tucumano, con aprietes, amedrentamientos, violencia física contra representantes de empresas en las puertas mismas de la Subsecretaría de Trabajo, hasta violentos hostigamientos a empleadas mujeres de una empresa privada donde fueron a manifestarse, según las diferentes denuncias públicas dadas a conocer recientemente.
Sobre este punto vale señalar, con claridad meridiana, que esos actos violentos no son propios de los trabajadores, sino que es la resultante de la crispación y arengas que reciben de sus dirigentes.
Esta semana, un grupo de trabajadores salió a cuestionar el accionar de la conducción de su sindicato. Se perciben como autoconvocados y prevén hacer una movilización este jueves por las calles de Puerto Madryn.
“Es evidente que la inacción y la incompetencia de la actual conducción han tenido consecuencias devastadoras para nuestra comunidad laboral. La pérdida de toda una temporada de trabajo y el desempleo de más de diez mil trabajadores son solo alguno de los resultados directos de esta situación”, indicaron los trabajadores que hoy se sienten desamparados por el gremio que hace tres décadas dirige el ‘triunviro cegetista’.
“Hay hartazgo, pero también hay miedo”, confesó un trabajador consultado por PARTE DE PESCA.
“Hay compañeros que están cansados de cómo se maneja el sindicato, pero el jueves no se van a animar a ir a la marcha porque después los aprieta la patota de ‘Pepe’ D, o cuando tienen alguna urgencia y van al gremio, ‘Tito Corazón’ las denigra y juega con sus necesidades”, reveló la fuente, en referencia a alguno de los gordos de la cúpula sindical, al que no identificó, que tiene un rol de combativo de día y de romántico de noche. Es tal el temor a represalias que, la fuente consultada, pidió el resguardo estricto de identidad.
Con todo, los autoconvocaros se movilizarán este jueves, con el objetivo de exigir respuestas y que la Secretaría de Trabajo intervenga en el conflicto y se reanude la temporada de langostino.
“Denunciamos públicamente los actos de corrupción, las amenazas a los trabajadores y la persecución que han ocurrido bajo esta administración. Consideramos que estas acciones son inaceptables y contrarias a los principios fundamentales de nuestro sindicato”, dice otro tramo del documento difundido ayer y que puso a la luz que dentro del STIA Chubut hay sectores disconformes y a pesar de los miedos se animan a decir lo que piensan.