Sin fisuras todo el arco pesquero nacional logró que el Gobierno diera marcha atrás en la pretendida modificación del Régimen Federal de Pesca que estaba incluida en el proyecto de Ley Ómnibus. La decisión política de retirar el capítulo de pesca antes del inicio del debate parlamentario, ha sido el resultado de un trabajo conjunto de toda la actividad, que se movilizó en diferentes ámbitos para hacer oír su posición contraria a los alcances que pretendían los cambios de la Ley Federal de Pesca.
Como pocas veces se tenga memoria, la industria pesquera de Argentina actuó en bloque, sin regionalismos, ni mezquindades. Con gran esfuerzo se consiguió que el poder político comprendiera que esa no era la forma de avanzar en una modernización de la actividad, sino que eso es solo posible sobre la base de la construcción de consensos.
¡AFUERA!
El capítulo de la pesca fue retirado de la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos a sabiendas que no obtendría los votos suficientes para su aprobación, tal como se lo adelantaron las diferentes bloques ‘dialoguistas’ que sí aceptaban votar la norma en general.
El Gobierno arriesgaba a perder si se avanzaba en la votación en particular porque claramente con la sumatoria de los legisladores de la UCR, PRO, Hacemos Coalición Federal y Unión por la Patria, no había posibilidad que prosperara.
A pesar de este revés para el oficialismo, desde el gobierno de La Libertad Avanza mantienen la idea de plantear una política de desregulación de la actividad pesquera, aunque por ahora sale de agenda.
No obstante, puertas adentro del sector hay coincidencias que es necesaria una actualización del Régimen Federal de Pesca, hay cuestiones por mejorar, aunque se concibe como un proceso de diálogo y debate abierto, sin imposiciones.
UNA OPORTUNIDAD
Con todo, la primera lección que deja esta tormenta de verano que afrontó la industria, es que todos los eslabones de la actividad tienen en claro el poder que tiene el sector cuando actúa en forma conjunta, y representa una oportunidad para seguir construyendo.
La pesca salió fortalecida. Pudo demostrar al país la importancia que tiene desde el punto de vista económico y social, y que no se deja avasallar ante intentonas de reformas inconsultas. Logró sumar adhesiones de gobiernos provinciales, legisladores y sectores de diferente extracción política, porque no se trataba aquí de una cuestión partidaria, sino de la defensa de una industria con historia y con mucho potencial por adelante a pesar de las vicisitudes de la coyuntura.
Henry Ford afirmaba: “Llegar juntos es el principio. Mantenerse juntos, es el progreso. Trabajar juntos es el éxito”.
La pesca afrontará nuevos desafíos y esta, tal vez, haya sido una gran oportunidad para mantenerse unida y consolidada.