El gobierno de Donald Trump solicitó, a través del secretario del Tesoro, Scott Bessent, a la actual gestión de Javier Milei que avance en la flexibilización de las importaciones de bienes de capital usados. En menos de 48 horas de la visita, el Gobierno nacional derogó un trámite vigente desde hace más de tres décadas que exigía una autorización especial para importar maquinaria y equipamiento usado. Esta es una de las medidas que exige Estados Unidos para analizar la posible reducción de aranceles.
Con el Decreto 273/2025 publicado este miércoles en el Boletín Oficial con las firmas del presidente Javier Milei; el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos y el ministro de Economía, Luis Caputo, se elimina la tramitación del Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU) y permitirá la simplificación para ingresar al país el equipamiento y maquinaria usada.
BARCOS Y DEMÁS ARTEFACTOS FLOTANTES
La larga lista incluye también vehículos automotores, tractores, velocípedos y demás vehículos terrestres (partes y accesorios incluidos); aeronaves, vehículos espaciales y sus partes; barcos y demás artefactos flotantes; e instrumentos y aparatos de óptica, fotografía o cinematografía, de medida, control o precisión, al igual que instrumentos y aparatos médico-quirúrgicos, tanto partes como accesorios de estos.
“Los bienes usados que se importen al amparo de esta medida, que no resulten eximidos del pago del arancel por otros regímenes, tributarán un derecho de importación cuyas alícuotas resultarán de incrementar un ciento por ciento (100%) el nivel del Derecho de Importación Extrazona (D.I.E.) que corresponda aplicar”, dispone el primer artículo del nuevo régimen.
“PONE EN JAQUE A MILES DE EMPLEOS”
La industria naval argentina alertó sobre las consecuencias que provocará repetir un régimen que ya existió en la década del ’90, la importación de barcos usados hace inviable la construcción de nuevos buques a nivel nacional.
Desde el Astillero Naval Federico Contessi y Cía. SA se expresaron en fuerte tono crítico hacia la decisión del gobierno de Milei. “Un horror que nos hace retroceder. La norma pone en jaque a centenares de industrias y miles de empleos, demostrando una alarmante falta de aprendizaje de los errores del pasado”, aseguran desde la empresa marplatense.

Y agregan: “En la Industria Naval Pesquera, sufrimos durante mucho tiempo la ‘competencia desleal’ de buques usados importados, lo que destruyó nuestra otrora poderosa industria y dejó a la pesca con herramientas ineficientes. El Decreto 440/71 es un claro ejemplo: más de 120 barcos usados se importaron y 10 años después el 50% estaban abandonados y la mayoría de sus empresas habían quebrado. Lo barato sale caro”, grafican desde el astillero que fundó Federico Contessi en 1949.
“AMENAZA DE NUEVAS TRAGEDIAS”
Asimismo, desde la empresa argentina alertan, en base a la experiencia de las últimas décadas, que se incorporan buques de flotas pesqueras que en otros lugares del mundo están casi al fin de su vida útil, y termina siendo de alto riesgo para la seguridad de la navegación.
“El fomento de barcos usados impulsó inversiones cortoplacistas y generó una competencia injusta con quienes apostaban a la construcción de barcos nuevos. El Estado gastó millones en retirar chatarra de los puertos, y los barcos obsoletos causaron tragedias con pérdidas de vidas”, señalan desde el astillero.
“Hasta el año 2017, era impensable importar un barco pesquero nuevo en Argentina. Pero al frenar la importación de usados, floreció el empleo y la inversión en los astilleros, hubo récords de botaduras e incluso se importaron muchos barcos nuevos”, describieron sobre la medida dispuesta en la gestión de Mauricio Macri.
En tanto, consideran que al igual que el intento de licitar las cuotas de pesca, intentarán revertirlo, y razonan: “Nuevo vs. nuevo es competencia; nuevo vs. usado es dumping, es ilógico, algo que ningún país desarrollado permite. Este Decreto nos devuelve al pasado, precarizando inversiones, paralizando astilleros y amenazando con el retorno de las tragedias”.
Finalmente, desde Astilleros Contessi insistieron en que “esto es un error como cuando se intentó licitar el caladero. Logramos revertir ese proyecto y ahora tendremos que trabajar para revertir esta medida. Una pena gastar energías en esto cuando vivimos una crisis sin precedentes en el sector pesquero y naval. Es un día muy triste para la Industria Naval Argentina, pero seguiremos adelante con fe en dios, fe en el país y fe en la pesca”.