La temporada de anchoíta en Chubut se continúa desarrollando a pesar de las divergencias surgidas entre el SOMU y las embarcaciones de la flota amarilla que deciden salir a pescar ese recurso.
Son entre ocho y diez los buques que están operando en las últimas semanas desde el puerto de Rawson y apuntan a pescar entre cinco mil y siete mil toneladas del recurso durante la zafra de invierno.
La operatoria pesquera sobre Engraulis anchoíta ha permitido una reactivación del movimiento portuario en el puerto capitalino, tanto de las tripulaciones, descarga y logística terrestre. Aunque dista del optimismo exagerado oficial que asegura que genera empleo a medio millar de personas en Chubut. En rigor de verdad, empleos nuevos no genera, sino que reactiva actividades ya existentes.
Casi la totalidad de las toneladas que se descargan en Rawson se cargan en camiones y se trasladan a la provincia de Buenos Aires para su procesamiento en las conserveras marplatenses.
Tras un mandato y medio, a punto de terminar, la administración del gobernador Mariano Arcioni, y su secretario de Pesca, Gabriel Aguilar, no han logrado generar las condiciones necesarias para que esa materia prima se manufacture y le incorporen valor agregado con mano de obra local.
Salvo casos muy puntuales de dos plantas, una en Trelew y otra en Rawson, es embrionario, incipiente y experimental el desarrollo del procesamiento de Engraulis en la provincia patagónica, por lo que todo lo que se desembarca en Chubut sale por la Ruta Nacional N° 3 hacía Mar del Plata.