Las cámaras pesqueras con flota congeladora langostinera comunicaron oficialmente este sábado a sus tripulaciones que ante la escalada de violencia registrada, esta semana, contra los marineros que voluntariamente estaban dispuestos a firmar acuerdos directos individuales para salir a pescar langostino a aguas nacionales, se resolvió la suspensión por tiempo indeterminado de la bajada de barcos que inicialmente estaba previsto para el miércoles 23 de julio.
Las compañías remitieron este sábado una comunicación a cada trabajador marítimo indicándole que “por razones de seguridad, y para resguardar su integridad física y la de sus familias, hemos decidido suspender la salida de todos los barcos previstas para los próximos días”.
“Queremos hablarles con un dejo de tristeza, pero también con firmeza y total claridad. Sabemos que muchos de ustedes -una inmensa mayoría que superó incluso nuestras mejores expectativas-, haciendo un gran esfuerzo y luego de evaluar en libertad y con responsabilidad, habían aceptado las nuevas condiciones y estaban listos para embarcar”, señala la comunicación en la que se les anuncia a todos los tripulantes que no se inicia la temporada en razón de la escalada de violencia de los últimos días.
Y agregan: “Les agradecemos sinceramente ese compromiso y esa voluntad de trabajo, que sin dudas marcan el camino que debemos transitar hacia el futuro”.
“Sin embargo, en las últimas horas han surgido un sinnúmero de amenazas, comunicadas directamente por ustedes que se suman a las que también han sufrido otros integrantes del personal jerárquico y administrativo de las empresas”, describen sobre los violentos actos intimidatorios registrados hace 48 horas.
Asimismo, las empresas con barcos congeladores langostineros advierten que “este es un límite que no vamos a dejar pasar”. “De ninguna manera permitiremos que una decisión tomada en forma libre y consciente termine generando miedo, en ustedes ni en sus familias”, le transmitieron a los tripulantes que habían sido convocados, muchos de los cuales estaban en tránsito o llegando a los puertos desde donde iban a darle bajada a los barcos, cuestión que queda suspendida por tiempo indefinido.
“La familia siempre está primero. Cuando se la amenaza, se toca la fibra más íntima de cada persona vulnerando límites que no podemos ni debemos tolerar. Nos toca decir basta”, enfatizaron las compañías al hacer el anuncio al tiempo de indicar que “queríamos que esta salida fuera una oportunidad para todos. Lamentablemente, un grupo reducido está poniendo en riesgo no solo la continuidad de las empresas, sino también el trabajo y sustento de cientos de familias”, resumieron.
Finalmente, explican que “en estos cuatro meses de intransigencia gremial, ni nosotros ni el Estado Nacional hemos logrado abrir un canal de diálogo real, ni activar medidas concretas que respondan a la expresión voluntaria mayoritaria de ustedes manifestada claramente en estos días: salir a trabajar. Primero, el paro por tiempo indeterminado, después las amenazas, la violencia incluso contra otros sindicatos. Eso también tiene que hacernos reflexionar: ¿por qué o más bien para que un sindicato mantiene de rehén a tanta gente? ¿quién se beneficia?”, plantean como interrogantes.
“Este proceso no lo comenzamos para dividirnos, sino para construir un futuro mejor: con responsabilidad y respeto, con libertad, sin miedo y con trabajo. Gracias por la confianza, por el compromiso, y por seguir acompañando este camino”, cierra la comunicación que recibió cada tripulante de los congeladores langostineros.
Con todo, esta determinación adoptada mayoritariamente por las compañías enroladas en las cámaras pesqueras e independientes, como resultado de los violentos actos intimidatorios de las últimas horas, abre un serio interrogante sobre si este año habrá o no temporada de aguas nacionales.