La Unión Nacional de Agrupaciones Marítimas (UNAM) hizo público un grave episodio que habría tenido lugar en la sede central del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) y que tiene como protagonista a su secretario General, Raúl Omar “Ruly” Durdos, a partir de una denuncia formulada por un afiliado quien refiere haber sido victima de agresiones e intimidaciones.
El hecho se conoce en momentos de creciente tensión interna dentro del sindicato de marineros y cuando arrecian críticas sobre manejos presuntamente poco transparentes en la cúpula del gremio. “La UNAM repudia enérgicamente la agresión sufrida por el compañero Marcelo Sánchez, cocinero, a manos del Secretario General. Este acto de violencia e intolerancia es inaceptable y no representa los valores de nuestra organización”, manifestaron desde el nucleamiento que agrupa a diferentes agrupaciones de trabajadores.
“Exigimos una disculpa pública del secretario general para con el compañero agredido. Sentimos vergüenza de ser representado por este personaje Su accionar violento e intimidatorio es inaceptable. No vamos a permitir más atropellos con ningún compañero”, adelantaron al tiempo de ventilar que para ingresar a las oficinas del titular del SOMU “te sacan celular y cualquier objeto que pueda ser utilizado para grabar”.
En tanto, hicieron público el descargo del afiliado Marcelo Sánchez que contó lo que le tocó vivir en la sede sindical. “Quiero compartir con ustedes una experiencia que considero importante. Como saben, convocamos a una asamblea donde expresé mis inquietudes, compartidas por muchos, sobre el DNU, la obra social y la falta de representación que sentimos por parte del secretario general, Durdos, ante los ataques del gobierno. Decidimos que los secretarios de cocina le hicieran llegar nuestras inquietudes personalmente a Durdos”, relató la víctima.
El denunciante precisó que “tres días después, recibimos una llamada informándonos que Durdos nos recibiría en una asamblea. Acompañado por mis secretarios, fui a hablar con él sobre el DNU y la situación que estamos viviendo”.
Sin embargo, “en lugar de escuchar nuestras preocupaciones, el secretario general me recibió con insultos y agresiones verbales, culminando con mi expulsión física del lugar por parte de patovicas. Mis secretarios, paralizados por la violencia y la inesperada reacción de Durdos, quedaron como testigos mudos de esta situación, víctimas también de la agresión. La presencia de una faca sobre el escritorio de Durdos durante este encuentro es una imagen que refleja la poca credibilidad de este gremio”, mencionó sobre la gravedad del episodio.
“Quiero que quede claro que intenté expresar nuestras inquietudes al secretario general, pero no solo no fui escuchado, sino que fui atacado y menospreciado. Es evidente que Durdos maneja el gremio como una empresa personal, sin importar el bienestar de sus afiliados. Gracias por permitirme expresar esta situación”, concluyó.