El histórico y multifacético operador de la pesca argentina, Darío Pedro Baroli, es el nuevo ‘Número 2’ de la empresa Continental Armadores de Pesca. Asumió la vicepresidencia de la firma en reemplazo de Pablo Marina quien se acogió a los beneficios del retiro jubilatorio.
Baroli, un operador todo terreno, fue a comienzos de siglo, presidente de CALAPA, la desaparecida Cámara Langostinera Patagónica. Ocupó roles claves en diversas compañías. Con fluidos y aceitados contactos políticos tuvo un rol preponderante en las políticas pesqueras desde mediados de 2003, cuando Néstor Kirchner asumió la presidencia de Argentina.
Siempre desde el sector privado, forjó lazos que le permitieron ocupar cargos gerenciales en Arbumasa; vicepresidente de Kaleu Kaleu de Vito Panatti, entre otras compañías.
Junto a Ernesto Azpillaga, otro influyente operador pesquero (fallecido en 2020 y que también fuera directivo de Conarpesa), constituyeron en 2008, la firma D&E Consultora S.A.; ámbito en el que se cocinaron los grandes temas de la pesca y por cuyos despachos pasaron numerosos funcionarios de la época y representantes del sector privado.
Durante años, D&E fue un punto de referencia de políticos e inversores de la pesca; el ‘dream team’ asesoró a empresarios y funcionarios para el diseño de leyes y normativa bajo los más estrictos parámetros de confidencialidad.
El nuevo vicepresidente de Conarpesa, ha sido un cultivador de su bajo perfil, durante décadas se movió sigiloso en las sombras, hasta que este jueves se divulgó a los medios una instantánea en momentos que firmaba el acta de asunción como ejecutivo de la compañía.
Para algunos un ‘monje negro’, para otros un ‘astuto lector de la realidad’ que se anticipa a las jugadas y fino conocedor en detalle de los vericuetos de un sector altamente competitivo y heterogéneo.
Ergo, en esa línea hay quieres aseguran que ‘un nuevo jugador entra a la cancha’, y sostienen que no pasará desapercibido: “un constructor de consensos irrumpe en la escena de la pesca”, reflexionan.
