El buque “Sotavento”, construido para el Grupo San Isidro, marca la quinta entrega del año, pero también el inicio de un período de desaceleración. Más de 450 personas participaron en el proyecto que operará desde Rawson. El presidente del astillero advirtió que la nueva nave industrial inaugurada en 2024 quedó vacía.
El Astillero Naval Federico Contessi celebró este 25 de octubre su botadura número 155 con la entrega del buque pesquero “Sotavento”, la quinta del año 2025 y la sexta en los últimos 11 meses. La embarcación, que operará desde el Puerto de Rawson, fue construida para el Grupo San Isidro, y marcó el inicio de una nueva relación productiva entre el astillero marplatense y una de las empresas pesqueras más importantes del país.
Sin embargo, la ceremonia estuvo atravesada por un tono de preocupación. Domingo Contessi, presidente del astillero, anticipó que “nos adentramos en otro período de más incertidumbre” y proyectó que durante 2026 podrán realizar “al menos 2 o quizás 3 botaduras de nuevos barcos”, una cifra muy inferior a la actividad reciente.

Contessi dedicó su discurso a un reconocimiento a las más de 450 personas que intervinieron en el proyecto, desde los jóvenes ingenieros navales formados en la UTN hasta los soldadores, caldereros, torneros, carpinteros y la gran red de navalpartistas de Mar del Plata y del país.
“No todo es servicio, no todo es finanzas, no todo es virtual. Esto es orgullosamente Industria Argentina. Industria Naval Argentina ¡Competitiva y de calidad!”, enfatizó. Y añadió: “Queremos seguir tocando, porque lo hacemos de vocación. También queremos seguir tocando porque el país necesita escuchar esa música”.
El “Sotavento” fue el tercer buque construido en el nuevo galpón inaugurado en enero de 2024, que permite duplicar la capacidad instalada y construir buques de hasta 85 metros de eslora bajo techo. Pero la realidad actual es muy distinta: “Hoy esa nave industrial quedó vacía y no sabemos cuándo la podremos volver a ocupar”, admitió. “Como apostamos al trabajo permanente y no eventual, tuvimos que suspender momentáneamente nuestro plan de crecimiento”. El proceso de renovación de la flota pesquera está siendo “seriamente afectado por la compleja situación que vive la pesca argentina y la amenaza de la importación de buques usados”.

Contessi también agradeció al Grupo San Isidro y destacó que la empresa ha sido protagonista de “muchas de las batallas recientes que el sector pesquero está dando para derribar los mitos que pesan sobre él, acomodar desequilibrios y recuperar una estabilidad”.
La ceremonia culminó cuando la madrina del buque, Virginia Ferrer, estrelló la botella de champagne contra el casco del “Sotavento”, que se deslizó por la grada para navegar por primera vez en las aguas del Mar Argentino.
Contessi cerró su discurso con una frase que resume la posición de la empresa frente a la incertidumbre: “Este gran equipo seguirá poniéndole la cara y el pecho al viento de proa. Porque la música del trabajo y la producción, tienen que seguir sonando”.
