El gobernador de la provincia de Santa Cruz, Claudio Vidal, recibió muestras de reprobación, abucheos, insultos y empujones durante la recorrida que llevaba a cabo, en la tarde noche del lunes, en la planta pesquera ex Barillari en Caleta Olivia; la cual debió abandonar fuertemente custodiado ante el escenario hostil y el clima de crispación.
Durante la jornada había recibido a una comitiva de representantes de una compañía pesquera China que estaría interesada en realizar inversiones en esa provincia, y emprendieron una serie de visitas al puerto de Puerto Deseado, como también a instalaciones pesqueras como la recientemente adquirida por Vepez, que pertenecía antes a Arbumasa.
La gira de la comitiva incluyó posteriormente la localidad de Caleta Olivia, y en ocasión de iniciar una recorrida por la planta de la ex Barillari, donde hace pocas semanas, el Gobierno a través del Ministerio de Trabajo desplazó a dos cooperativas de trabajo y las reemplazó por otras.
Vidal junto a una comitiva de funcionarios llegó acompañado por el empresario Luis Jones, a quienes los trabajadores señalan y apuntan por el conflicto que mantuvieron desde octubre pasado.
El mandatario rodeado de personal del Ministerio de Seguridad debió abandonar rápidamente las instalaciones, ya que no pudo mantener diálogo con los manifestantes, ni mostrarles a los inversores chinos las características de esa planta de procesamiento.
El gobernador Vidal y su sequito debió retirarse sin poder completar la visita que tenía prevista, y marca el descontento que hay en sectores de la pesca por sus formas y metodologías. El episodio marca el clima de tensión que permanece en la actividad, donde los propios trabajadores le hicieron sentir su enojo y malestar.
