El puerto de Rawson protagoniza una fuerte escalada de tensión en las últimas semanas a partir de las fricciones que se verifican entre los gremios que nuclean a los capitanes de pesca de la flota amarilla.
El conflicto ha estado circunscripto, primero con el SOMU, a una veintena de barcos que salieron a pescar a aguas nacionales y una docena que fueron a anchoíta, y todo se remonta al acuerdo firmado en octubre de 2023 y la cláusula de actualización del último trimestre aplicable a partir de enero.
Con los marineros hubo diferentes conciliaciones y negociaciones fracasadas y rige hasta estos días una de carácter particular por empresas; mientras que con los conductores navales del Siconara ha sido el único gremio que zanjaron la situación con un acuerdo con un bono del 20%, no remunerativo, sobre enero respecto al valor para la liquidación de la producción con un kilo de langostino a 830 pesos hasta el 31 de octubre de 2024.
En tanto, en el sector de capitanes de pesca, las disputas han ido creciendo arriba del muelle. De ofrecimiento de piñas hasta amenazas de actos incendiarios han marcado la escalada de virulencia en el sector.
Vale recordar que el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo decretó semanas atrás una medida de fuerza para los barcos de Rawson, aunque esa entidad sindical no es signataria del convenio colectivo en flota amarilla.
Por otro lado, la Asociación Argentina de Capitanes Pilotos y Patrones de Pesca se aprestaba a firmar un acuerdo en los mismos términos que el gremio de los conductores navales, pero ante las presiones de sus pares decretaron una medida de fuerza para que se dictara la conciliación obligatoria que está en este momento vigente.
Para tener en claro, la discusión de este sector no tiene que ver con el promedio de los salarios que se debaten en otras actividades. “Un capitán de pesca que está de paro gana 45 millones de pesos”, reveló a PARTE DE PESCA un armador hace pocos días al dar cuenta de los valores que están en danza.
Así, la puja fue creciendo al punto que el Centro de Patrones lanzó un ‘paro nacional’ amenazando con paralizar la flota pesquera en todo el país, pero nada de eso ocurrió, al punto que integrantes de la propia comisión directiva de ese gremio, embarcados en barcos fresqueros de altura que participan de la temporada de langostino en aguas nacionales, hicieron caso omiso a la huelga decretada por el sindicato y continuaron pescando con normalidad.
El último viernes, el mandamás de la Asociación de Capitanes, Jorge Frias, denunció por “amenazas e intimidaciones” a su par Mariano Moreno del Centro de Patrones y otros dirigentes de ese agrupamiento.
Adujo que ese sector sindical a través de sus afiliados y dirigentes “en forma totalmente patoteril amenazaron a un capitán manifestándole en forma expresa que si salía a navegar le iban a prender fuego la casa, amenazas que, por su gravedad, generaron en el referido capitán el temor por su seguridad y la de su grupo familiar, máxime teniendo en cuenta que éste se encontraría en navegación y alejado de sus seres queridos hasta su eventual regreso a puerto”, ventilaron desde la AACPyPP.
Frias comunicó a la autoridad marítima local que hubo otros hechos similares. “Puede imaginarse Ud., Sr. Prefecto, el menoscabo que representaron dichas amenazas a sus derechos laborales y la integridad de su domicilio, y lo que es más grave sobre su grupo familiar. Esta situación no es la única que ha acontecido en los últimos días en el puerto de Rawson, habiéndose producido otras amenazas de características similares, por la referida patota que en forma totalmente ilegal y contraria a las más elementales reglas de convivencia y respeto”, enrostró al gremio que responde a Moreno.
Por su parte, el jefe sindical del Centro de Patrones expuso en la PNA de Rawson que “en ningún momento propicié y/o manifesté ningún tipo de acción violenta o amenaza alguna, a ninguna de las personas que se encontraban en el muelle. Que una prueba cabal de que los hechos denunciados eran falsos es el servicio tomado de oficio por la Prefectura de Rawson en la cual el capitán negó y desconoció haber sido víctima de cualquier amenaza, intimidación, maltrato y cualquier agresión de mi parte, estos hechos dan cuenta que la denuncia realizada, por parte de la asociación, firmada por el secretario general Jorge Frias fue absolutamente falsa y maliciosa”, refutó Mariano Moreno.
La novela entre los sindicatos de capitanes de pesca promete nuevos y jugosos capítulos; las vedettes del entuerto se prometen seguir ventilando sus trapitos al sol, según dicen las fuentes en los muelles de Rawson. “Los sindicatos de capitanes ya se parecen al ‘cabaret’ de Boca Juniors”, graficó, con ácida ironía, un veterano armador que conoce el entramado fino de lo que acontece a diario en los muelles capitalinos.