El Ministerio de Economía de la Nación presentó el pasado 5 de abril la implementación de la tercera edición del Programa de Incremento Exportador (PIE III), lo que coloquialmente se llamó ‘dólar agro’, que tuvo una ampliación a las economías regionales y otras actividades, entre ellas, la industria pesquera.
El esquema prevé un tipo de cambio diferencial a $300 que se liquida en esos valores entre el 10 de abril y el 30 de agosto. Entre las múltiples exigencias se estableció que deberían cumplir con condiciones de elegibilidad, como, por ejemplo, firmar los interesados la adhesión a Precios Justos de la Secretaría de Comercio de la Nación, como también garantizar el abastecimiento del producto exportable al mercado interno, y no haber superado el plazo en el ingreso de divisas más de lo previsto, habiéndolo comunicado al Banco Central, entre otros.
Las semanas fueron transcurriendo y no fue fácil que los exportadores pesqueros pudieran realizar operaciones de comercio exterior, con el tipo de cambio a trescientos pesos.
Consultado por PARTE DE PESCA, el presidente de CAPECA, Eduardo Boiero, reveló que “recién la semana pasada algunas empresas han podido utilizar este esquema. No tengo mensurado si todas las empresas han podido adherir, ya que tiene ciertas complejidades. Lo que sí sé es que muy pocas han podido liquidar algunos anticipos con este tipo de cambio”, precisó.
“Para evaluar el impacto real que tiene en las cuentas de las empresas hay que contextualizar con la situación general, porque si los costos siguen en alza constante, no sirve de nada”, graficó al tiempo de señalar que “justamente, lo que estábamos buscando desde el sector empresarial es mejorar nuestra competitividad y tener algún tipo de paliativo ante el gran incremento de los costos y el atraso cambiario. Si tenemos un dólar a 300 pesos y los costos siguen imparables, no habrá servido de nada”, razonó con demoledor sentido común.