El 61° Coloquio de IDEA reúne en Mar del Plata a los principales empresarios del país en un escenario de transición económica, marcada por la volatilidad, la incertidumbre cambiaria y la proximidad de las elecciones legislativas. En los pasillos del encuentro se repitió una idea: la recuperación no depende solo del rebote poscrisis, sino de un marco de estabilidad que permita proyectar inversiones y empleo.
El empresariado llegó al coloquio con diagnósticos similares sobre los últimos meses: una actividad que se desaceleró, un consumo todavía frágil y un contexto financiero dominado por tasas altas y volatilidad cambiaria. A pesar de la prudencia, varios ejecutivos expresaron que la economía podría mostrar señales de mejora en 2026, pero si se concretan las prometidas reformas fiscales, laborales y previsionales.
El clima general del evento reflejó el contraste entre la cautela de corto plazo y el optimismo moderado de mediano plazo. Las empresas señalaron que la demanda interna continúa débil y que la inversión se mantiene contenida por la falta de crédito. Sin embargo, la expectativa de acuerdos políticos posteriores a las elecciones generó un tono más constructivo en los debates.
Los ejecutivos coincidieron en que la competitividad argentina requiere cambios estructurales. Hablaron de simplificación tributaria, de la necesidad de modernizar las normas laborales y de adaptar la regulación a un entorno global donde la inteligencia artificial y la logística internacional ganan peso. En ese contexto, cada sector trazó su propio panorama.
Alejandro Díaz, CEO de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina (AmCham), aseguró que todavía no se ven señales de un rebote fuerte. “No visualizamos un cambio sustantivo en la demanda de bienes y servicios. No hay mejora en el empleo ni una política que apunte a reducir la informalidad, que debilita el ingreso fiscal y la formalización de nuevos puestos”, indicó.
Díaz planteó que una reforma laboral razonable podría modificar esa tendencia a partir de 2026. “Si se implementa una reforma laboral, previsional y tributaria mediante un proceso de negociación con el Congreso, la Argentina podría empezar a remover obstáculos para un crecimiento sostenido”, explicó.
Respecto al respaldo financiero de Estados Unidos, consideró que “el apoyo norteamericano puede contribuir a mantener la estabilidad cambiaria”. Subrayó que el país logró una política fiscal con superávit y una inflación que se redujo a niveles del 2% mensual, pero advirtió que la continuidad de esas políticas será clave para sostener el equilibrio macroeconómico.