Desconcierto en la pesca y el sector exportador en general. “Retenciones cero”. Esa fue una de las máximas que enarboló La Libertad Avanza durante la campaña electoral de las PASO, las generales y el ballotage.
El pragmatismo libertario fue tan veloz que ya no se habla ni de dolarización ni del cierre del Banco Central. La agenda fue mutando a medida que más cerca se estuvo del poder real.
El gobierno de Javier Milei cumple una semana y debutó con una batería de medidas anunciadas por el Ministerio de Economía que incluyó una fuerte devaluación llevando de 400 a 800 pesos el valor del dólar oficial.
Las exportaciones se liquidarán en un esquema de 80-20, con la mayor parte a valor del dólar oficial y el 20% restante a contado con liquidación (CCL), dando lugar a un dólar a $860. Sin embargo, al considerar las retenciones, el dólar para exportaciones se reduciría a $760.
El primer paquete de medidas condicionó la “eliminación” de todos los derechos de exportación a cuando esté “finalizada la emergencia”, sin un plazo estimado.
Esta semana se conocerá el DNU y la ley ómnibus que el Gobierno girará al Congreso nacional para su tratamiento que incluye, en parte, la instrumentación de la primera batería de medidas.
En este marco, se establecerá una suba significativa en los derechos de exportación, simplificados en dos alícuotas: 30% para la soja y 15% para el resto de las exportaciones sin distinciones. Las economías regionales que habían conseguido llegar a cero pagarán 15%. Las exportaciones pesqueras que tributaban del 1% al 9% pasarán todas a pagar 15%.
Desde el sector no advierten que puedan persuadir al Ejecutivo para que replantee ese esquema o revise puntualmente la situación global de la pesca, por lo que abrigan alguna esperanza en que durante su tratamiento en el Congreso puedan negociarse una reducción.
La industria pesquera no tiene siquiera un funcionario del área designado a quién transmitirle sus reparos sobre este esquema de retenciones. Trascendió que el Ejecutivo pretende establecer esos porcentajes de derechos de exportación por el plazo de 36 meses, es decir, hasta el 31 de diciembre de 2026.
Lo cual tampoco significa que al día siguiente se cumpla lo prometido en campaña: “retenciones cero”. El sector exportador reclamaba a gritos un sinceramiento del tipo de cambio. Ahora analizan que con un dólar a 860 pesos (80% al Mercado Libre de Cambios y el 20% al Contado Con Liquidación), menos retenciones, el dólar para exportaciones se reduciría a $760.
Mientras que, para las importaciones, el dólar comercial experimentará un recargo del 17% del impuesto PAIS, aumentando del actual 7,5%. Con este ajuste, el dólar para importaciones se elevará a $940, con un impacto directo en los costos para las empresas que dependen de insumos extranjeros.
Con todo, retenciones cero, dolarización de la economía y eliminación de Banco Central dejaron de ser prioridades de la nueva administración nacional. A 40 años del retorno de la democracia, una vez más cobra vigor el Teorema que el diputado radical Raúl Baglini formuló en 1986. Ese concepto de la política argentina sostiene que el grado de responsabilidad de las propuestas de un partido o de un dirigente político es directamente proporcional a sus chances de acceder al poder. “Cuanto más se acerca un político al poder más se aleja del cumplimiento de sus promesas de campaña”.
