El secretario General del SOMU, Raúl Durdos, y el secretario de Pesca, Juan Navarro, en pleno proceso electoral, buscan ‘mostrar’ que tienen el ‘control’ y que está vez, a diferencia de lo que pasó el año pasado, aseguran que nada se resolverá en Rawson sin que ellos tomen la decisión final.
Durdos y Navarro aún no digieren que, en 2024, Ramón Vera y Cristian Colín firmaron el acuerdo salarial con la flota amarilla y las empresas independientes, y empezó la temporada con normalidad sin que ellos tuvieran injerencia. Intentaron, sin éxito, dejar sin efecto aquel acuerdo, pero a esa altura ya los barcos habían salido a pescar y la zafra estaba en marcha.
Posteriormente, echaron por la ventana a los delegados Vera y Colín, y ratificaron a Daniel Cisterna al frente de la delegación Rawson del SOMU, a pesar que también había suscripto el acuerdo.
Esta semana, Navarro dijo que la decisión final de lo que ocurra en Rawson debe pasar por la conducción nacional, de modo que desautorizan y avisan que los delegados no podrán firmar, este año, ningún acuerdo si antes no “negocian” con la cúpula nacional.
La historia se repite y las máximas autoridades del SOMU dieron la orden de no empezar la zafra en Chubut hasta que las empresas se reúnan con ellos y acepten sus condiciones.
Así empezó el conflicto con la flota congeladora tangonera a comienzos de este año. La intransigente postura del gremio de la marinería impidió que la temporada de aguas nacionales empezara en tiempo y forma, demorándose el inicio hasta agosto. Se pescó apenas dos meses y los más perjudicados fueron los propios marineros, según ellos mismos admiten. Hicieron menos mareas que en cualquier otra temporada anterior.
Y, la peor parte, se la llevaron los ‘relevos’ que en su mayoría se quedaron en tierra toda la temporada, y los que lograron embarque fue en la última marea en la que los barcos pescaron muy poco.
Así las cosas, en las actuales condiciones, el 1° de noviembre no arrancará la temporada de Rawson. La postura de Durdos y Navarro no afecta solo a sus afiliados a los que representan, sino que dejan en stand by a toda la cadena productiva de la pesca.
Si no inicia la zafra, no hay movimiento portuario, la estiba no tiene trabajo, la logística queda parada, y las plantas de procesamiento sin materia prima, por consiguiente, miles de trabajadores que tenían la esperanza de ser convocados para el comienzo de noviembre quedan en la absoluta incertidumbre.