El SOMU afronta una profunda crisis de representatividad y quedó en evidencia en las últimas horas, luego que la delegación Rawson del sindicato firmara un acuerdo paritario con la flota amarilla para zanjar un extenso conflicto de diez meses, y horas más tarde la conducción nacional de la entidad pretendió dar marcha atrás, cuando en realidad ya estaba homologado.
DIÁSPORA SINDICAL
La diáspora sindical comenzó a verificarse cuando a comienzos de semana, marineros en forma individual empezaron a sellar acuerdos particulares con armadores de buques dispuestos a iniciar la prospección y arrancar la temporada.
Quedó claro que son muchos los marineros que no acataron la postura del SOMU y voluntariamente dijeron estar dispuestos a aceptar la oferta empresaria y ponerse a la orden de las armadoras para salir a trabajar.
Otro dato no menor, es que ante la convocatoria nacional de marineros con libretas de navegación vigente, fueron más de medio millar los interesados en ir a pescar a Rawson, contrariando la posición del sindicato de que ‘no sale nadie’. Otra señal de la rebelión en la granja.
MALESTAR ENTRE LOS MARINEROS
El debilitamiento de la autoridad por parte de la conducción llevó a que tras el acuerdo, Raúl Durdos usara las redes sociales para avisarle a sus afiliados que desconocía lo firmado, cuando para esa hora ya estaba plenamente validado y vigente.
Durdos y su cúpula sindical intentará el lunes domesticar a los marineros que sí quieren salir a trabajar y enfrentarlos con el grupo de tareas que suele ir a apretar afiliados a los muelles.

“El lunes vamos para allá”, espetó con tono amenazante y patoteril uno de sus lugartenientes, el secretario de Pesca del SOMU, Juan Navarro, “como si vinieran a arriar ovejas como las que tienen en el campo en Península Valdés”, razonó un afiliado que se sintió fastidiado con los dichos de sus dirigentes. Esa advertencia generó malestar entre los marineros que ya comunicaron que van a salir a la prospección porque interpretan que es una actitud de coacción por parte de la cúpula gremial para parar el puerto.
INCONGRUENCIAS
Ante la advertencia del secretariado general del SOMU respecto a que lo firmado carecía de validez y que todo volvía fojas cero por una carta documento de Durdos o su comunicado por Facebook, diferentes abogados que a diario actúan en relaciones laborales coincidieron en que no hay posibilidad de dar marcha atrás con lo firmado porque quienes participaron del acto tenían plena legitimidad para suscribir un convenio paritario, al punto que han sido los mismos representantes sindicales que validaron las paritarias de los años anteriores.
“Lo de Durdos no reviste análisis por su inconsistencia e incongruencia. Reclama por el cumplimiento del acuerdo de 2023 que firmaron sus delegados y ahora finge demencia y los desconoce. Quiere ejecutar un acuerdo firmado por los mismos que ahora desautoriza. Además, el planteo es extemporáneo”, razonó un letrado que representa a empresa americana, entre otras del sector pesquero, al echar por tierra que pueda dejarse sin efecto lo convenido entre el sindicato y la flota amarilla de Rawson.
Otro abogado consultado, también desestimó cualquier posibilidad de revertir lo firmado, señalando otra incongruencia “donde el Secretario General remite una carta documento diciendo que el acuerdo fue firmado por representantes sin legitimación, y a renglón seguido dice que los aumentos otorgados serán considerados a cuenta de futuros convenios. Insólito por donde se lo mire”, concluyó.
AMENAZAS
No obstante, el sector observa con preocupación los mensajes que la dirigencia nacional del SOMU envía cuando anuncian que el lunes irán a Chubut a romper el acuerdo.
Romper el acuerdo significa lisa y llanamente romper la paz social en la pesca de Chubut, más cuando por estas horas los barcos ya están nominados, con sus tripulaciones armadas y a la espera de condiciones de buen tiempo para salir a prospectar.