El gerente General del Grupo San Isidro, Damián Santos, trazó un balance de lo que dejó la Conxemar 2025, las variables comerciales y los requerimientos de los mercados, como también los resultados del encuentro que el sector pesquero argentino realizó en Vigo para definir estrategias sobre la pesquería del langostino.
Sostiene que la recuperación de los precios del congelado a bordo obedece más a una cuestión coyuntural de demanda y menor oferta por la corta campaña de aguas nacionales, pero que no puede ser tomado como la referencia hacia adelante. Abogó por un inicio y desarrollo normal de la pesquería en aguas de Chubut e instó a aprender de lo que dejó la temporada anterior que se trabajó sin conflictividad en toda la cadena productiva.
En cuanto a la cumbre de empresas que tuvo lugar en Vigo, valoró que el sector se mantenga abroquelado y en la construcción de consensos. “Se nota un compromiso de todo el sector de permanecer unidos, de entender que la crisis pesquera sigue estando. No podemos aceptar que se haya pescado un mes y medio, como ocurrió este año, porque muchísima gente quedó sin trabajo”, afirmó Santos sobre la atípica temporada de langostino de aguas nacionales que estuvo paralizada varios meses por el conflicto con el SOMU.
“Estos encuentros sirven para evaluar lo que pasó y pensar en un futuro de cómo encontramos soluciones que no sean las que pasaron por este año. Básicamente, esto debe servir como una experiencia”, insistió al plantear que no debiera volver a repetirse un escenario similar en la actividad.
BUSCAR ACUERDOS DE FONDO
El ejecutivo del Grupo San Isidro clarificó que el repunte de precios en el langostino congelado a bordo, que rondó los 9 dólares, no es un parámetro que se vaya a extender en el tiempo, sino que “estuvo más empujado por la poca oferta que por otra cosa. Al haber poca oferta, el producto vuelve a los mercados de nicho y el precio repunta. Nosotros lo tomamos como un repunte completamente momentáneo”, manifestó en declaraciones a PARTE DE PESCA.
Damián Santos considera que uno de los desafíos como sector “hay que consolidarlo en el futuro con acciones concretas. Tenemos que tener la responsabilidad también los empresarios de lograr mantener un precio que signifique poder negociar también con los sindicatos en una forma más tranquila y no con una necesidad de una baja tan grande como cuando el producto vale 5,50 dólares”, planteó indicando que deben lograrse acuerdos que sean de más largo plazo y no estén condicionados por tres meses de duración.
A la luz de lo que dejó el extenso conflicto con el SOMU con los congeladores tangoneros, con una campaña de pesca de dos meses, con miles de marineros relevos que no pudieron siquiera hacer una marea, otro deberá ser el abordaje de cara al año próximo y con la antelación suficiente para no volver a perder meses de faena.
“Creemos en la madurez también del sindicato. Está firmado el compromiso de negociar los valores, con lo cual era algo que se sabía que esto era momentáneo. Y, también sabemos que, si bien a las empresas las golpeó mucho, a lo que más golpeó fue a la gente y a los relevos. Hay muchísimos relevos que no pudieron trabajar”, lamentó, aunque el extenso conflicto permitió que “el sindicato entendiera también que no hay el negocio que había antes en el langostino y que debíamos adecuarnos a los nuevos valores”, subrayó.
“CON EL SOMU ESTAMOS MUY CERCA”
En breve estaría comenzando la temporada de Rawson y el langostino ‘de tierra’ es un negocio distinto al del congelado ‘a bordo’, por lo que juegan otras variables. Santos estima que la dinámica de esa actividad se mantendrá como la anterior temporada provincial.
“Es un negocio distinto, la mayoría de lo que producimos en Rawson termina en producto de valor agregado, ya sea hechos en Argentina o hechos en el exterior. Hemos logrado cerrar acuerdos con el STIA durante el año para que no haya conflictos. También se pudo lograr acuerdos con la estiba, Capitanes, Siconara y Patrones. Con el SOMU estamos muy cerca”, anunció.
“La gente está pidiendo salir a pescar y aprovechar, como aprovechó el año pasado, desde el 1° de noviembre, con lo cual vemos que por lo menos va a ser una temporada sin conflictos. Y una temporada sin conflictos permite adecuar muchísimo el negocio. El negocio de las plantas sabemos que es un negocio que viene muy golpeado de hace muchos años, esperemos que este año sea el primer escalón para empezar a mejorar”, avizoró.
SIN RÉCORDS QUE FESTEJAR
En la pesquería de langostino en aguas de Chubut, en la última temporada, las capturas marcaron un récord superando las 106.000 toneladas y los precios se derrumbaron. “Yo no soy amante de festejar los récords. Cuando se festejan los récords pregunto récord de qué. Seguramente tenemos que aprender también de eso”, señaló Damián Santos y mencionó que “hay una posibilidad muy concreta de no pescar entre las fiestas para darle, por un lado, descanso a la gente y, por un lado, un descanso biológico al recurso y amortiguar un poco esos récords”, sostuvo al poner de relieve que se debe mejorar en lo cualitativo por sobre lo cuantitativo.
“Entendemos que lo que tenemos que hacer es récord de calidad, récord de valor en el producto que vendemos y eso no implica un récord de captura. Está pasando en la flota tangonera, la flota de Rawson debe mirar a futuro y buscar las mejores opciones”, puntualizó.
“UNIDOS PARA MEJORAR”
Al igual que el año pasado, Vigo fue el epicentro donde el sector empresario, que es heterogéneo y son competencia unos de otros, logró consensuar temas de fondo y mantener la unidad, lo que representa un avance después de años de desencuentros.
“Borges decía, ‘nos une el espanto’. Yo siempre digo que en las crisis es más intuitivo y de instinto da juntarse. Y después, cuando se superan las crisis, nos volvemos a separar. Creo que la mayor enseñanza que tenemos que tener es que, cuando logremos salir de esta crisis, y que ojalá sea pronto, permanecer unidos como hasta ahora, para poder mejorar al sector. Hoy nos unimos para salvarlo y debemos seguir unidos para mejorar”, concluyó.
