El presidente del Astillero Naval Federico Contessi de Mar del Plata, Domingo Contessi, participó de la Segunda Jornada del Seminario de Intereses Marítimos Argentinos, Ciclo ‘Almirante Storni’, organizado en forma conjunta por el Senado de la Nación y la Liga Naval.

Advirtió con preocupación que actualmente se haya habilitado la importación de buques usados y dijo que es vital que la pesca vuelva a ser rentable para que la industria naval pueda seguir trabajando en la renovación de flotas.

Trazó un panorama de la evolución de la industria naval en Argentina y en el caso particular de la pesca sostuvo que “la flota pesquera es una flota que nació vieja” en virtud que la mayor parte de los buques que se importaron en la década del 1970 eran usados.

Contó que eran barco que no habían sido diseñados para nuestro caladero y construidos en épocas donde se pensaba en mujeres a bordo. Comenzando por el Decreto 440/71, todas las normativas y sus interpretaciones hasta 2020 favorecieron la importación de buques usados, muchos estaban en el ocaso de su vida útil cuando entraron al país.

Contessi reveló que a partir de ese decreto se importaron más de 130 barcos, en su mayoría fresqueros y 10 años después, el 50% de esa flota estaba inactiva, abarrotando los puertos con chatarra. De las sesenta empresas que incorporaron buques con este régimen solo dos cumplieron el requisito de construir barcos en el país y subsisten en la actualidad, el resto quebraron, y dijo que “lo más grave es que algunos de esos buques siguen operando en 2025”.

Recordó que en la década del 1990 se aceleró este proceso “porque se realizó la importación de buques pesqueros más grande que se haya producido en un caladero en el mundo. Más de 230 mil metros cúbicos de bodega que se importaron contra 11 mil metros cúbicos que se construyeron en el país”, comparó. Como ya se sabe esa masiva importación terminó con el colapso de la especie merluza años más tarde.

Al hacer un racconto del sector mencionó que “todo cambió a partir de una tragedia”, en referencia al hundimiento de los barcos Repunte y Rigel en 2017 y 2019, dos barcos con casi 50 años de antigüedad.

Citó que a partir de diferentes reuniones durante la presidencia de Mauricio Macri se logró el DNU N° 145/2019 de renovación de la flota pesquera que fijaba por primera vez una antigüedad máxima y daba un incentivo a la construcción en el país sobre la importación. Posteriormente durante la gestión de Alberto Fernández se mantuvieron las medidas restrictivas al ingreso de barcos usados al país.

Domingo Contessi valoró la renovación de flota que se llevó a cabo en los últimos 8 años, principalmente de la flota amarilla de Rawson y la flota fresquera, con récords de botaduras. Dijo que no hay que tenerle miedo a la protección de la industria nacional y referenció que “el país más liberal del mundo, Estados Unidos tiene una ley que impide que cualquier buque de cabotaje impide que sea construido fuera de Estados Unidos. Protegen su empleo y su trabajo”, comparó.

No obstante, el empresario marplatense advirtió que “en la actualidad la industria naval está detenida o ralentizada. Entre los factores está la desconfianza que generó la inclusión de la pesca en el primer proyecto de la Ley Bases (licitación internacional de cuotas), la posterior demora en la renovación de cuotas de merluza y la reciente propuesta de cuotificación de langostino”, puntualizó.

En tanto, dijo que la paralización de construcción de nuevos barcos obedece “a la falta de rentabilidad del sector pesquero, la falta de créditos luego de quedar desactivadas las líneas del BICE y BNA”, pero hizo especial hincapié en la medida adoptada recientemente que “abre la posibilidad de volver a importar barcos pesqueros usados a partir del Decreto 273/25”.

En este contexto, Contessi consideró que “es fundamental que la industria pesquera recupere rentabilidad para que la industria naval pueda seguir trabajando y se ponga en marcha nuevamente la renovación de la flota”, y en tal sentido consideró que se debe trabajar en “el tema de los costos y el de la oferta”.

Al profundizar sobre la cuestión de costos estimó que es necesario avanzar “en desregulaciones, achicar las dotaciones de explotación, actualizar los Convenios Colectivos de Trabajo y la inclusión de productos pesqueros en acuerdos comerciales para la baja de aranceles”.

El empresario hizo una comparativa “de un barco holandés y un barco argentino. El primero tiene una dotación de 5 personas, el mismo barco, misma capacidad de bodega y mismo automatismo lleva 16 personas en Argentina. Prefectura obliga a ese barco a salir con 9 personas, pero los Convenios Colectivos lo obligan a salir con 16. Es imposible que alguien piense que modernizar su barco, agregar mayor eficiencia y no poder reducir ningún tripulante. Lamentablemente, si no asumimos estos desafíos nunca vamos a poder resolver el tema de costos”, resumió.

Finalmente, reflexionó que “la industria naval tiene posibilidades, podemos retomar el proceso de renovación de la flota, pero necesitamos acompañar con normativas y políticas públicas”, concluyó.

Compartir.
Dejar un comentario

The maximum upload file size: 2 MB. You can upload: image, audio, video, document, spreadsheet, interactive, text, archive, code, other. Links to YouTube, Facebook, Twitter and other services inserted in the comment text will be automatically embedded. Drop file here